Crónica
Per Michael Rahal
Antes que nada aclarar que el motivo de no ofrecer una pequeña crónica de a la ronda 9, frente al Cerdanyola, es la no disponibilidad de las partidas. Cuando juegas fuera de casa las partidas se quedan con el delegado del equipo rival, y hasta que la Federación no decide publicarlas (ahora van por la ronda 8) no puedo hacer una crónica objetiva, más aún en esta ronda que fui casi el último en finalizar mi propia partida.
El torneo se acerca a su fin y nuestro objetivo es alcanzar y mantener la tercera plaza. Esta semana hemos dado un paso en firme ya que nuestro resultado (9.5 a 0.5) acompañado del traspies inesperado del Barberá nos acerca a esta meta.
La Federación haría bien en buscar una fórmula que motive a los equipos situados entre el tercero y el noveno puestos, ya que es lógico que una vez alcanzada la salvación los equipos de en medio como el Sant Josep, el Foment y alguno más, sin la opción de mirar hacia arriba, ajustarán los presupuestos, y se darán resultados como el del sábado pasado.
La diferencia de nivel entre los dos equipos, que jugamos esta semana en el Hotel Verdi, era muy grande; el Sant Josep, al igual que el Tarragona hace unas semanas, dejaron a sus mejores jugadres en el banquillo por distintas cirumstancias y presentaron a un equipo que dificilmente salvaría la categoría si fuera el de cada sábado. Cierto es que un par de los jugadores previstos causaron baja a última hora por enfermedad.
Tablero por tablero: en el primero Magem no pasó del empate frente a la defensa sólida de José González en una Francesa Rubinstein. Fueron las únicas tablas del torneo. Alvar en el el segundo y Glud en el tercero ganaron claramente, uno por ataque de mate y el segundo con sacrificio posicional de dama.
Mellado pasó algún apuro pero al final superó a Carlos Fernández en las complicaciones, mientras que Arian en el cinco tardó 72 jugadas en derribar el muro de piedra de Gardela. En el seis Pau Fernández jugó bien frente a Perpinyá hasta que decidió poner una torre detrás de un peón suyo en lugar de la columna semiabierta y a partir de allí quedó peor.
En el siete derroté a mi rival por ataque en una Caro-Kan cuando cometió un par de imprecisiones en la apertura, y en los últimos tres tableros Imar y los debutantes Carles Díaz y Francisco Muriel ganaron los tres con mucha facilidad y muy rápidamente antes jugadores con menos de 2000 de elo, faltos de la experiencia necesaria de jugar en la División de Honor.
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